
Guido de Brès: Carta escritas con sangre y amor
¨Guido de Brès: Carta escrita con Sangre y Amor
Guido de Brès nació en 1522 en Mons, en lo que hoy es Bélgica. Creció en un contexto marcado por el control férreo de la Iglesia Católica y la persecución contra todo pensamiento reformador. Siendo joven, viajó a Inglaterra y posteriormente a Ginebra, donde entró en contacto con la predicación de Juan Calvino. Este encuentro marcó su vida: se convirtió en un fiel discípulo del reformador, apasionado por la pureza del evangelio y la enseñanza bíblica.
La vida matrimonial de Guido de Brès
Guido de Brès, el célebre reformador y autor de la Confesión Belga, vivió una intensa y significativa vida matrimonial marcada por el amor, la fe y el sufrimiento.
Se casó en 1559 con Catalina Ramon, una creyente de la congregación donde él servía como pastor clandestino en la ciudad de Doornik (Tournai).
Antes del matrimonio, Guido le advirtió que sólo podría ofrecerle una vida de incertidumbre y peligro, dado su ministerio perseguido. Catalina aceptó, afirmando su confianza en el amor mutuo y en la providencia de Dios.
El matrimonio duró cerca de siete años y tuvieron cinco hijos juntos.
El contrato matrimonial, un pacto eterno: Sus cartas, especialmente la que escribió desde prisión poco antes de su ejecución, revelan el profundo afecto y devoción hacia Catalina.
En ellas la consuela respecto a su sufrimiento por la separación, le recuerda la soberanía de Dios, y expresa su gratitud por el tiempo compartido y los hijos que tuvieron.
Además, anima a Catalina a buscar fortaleza en la fe y no sucumbir al dolor excesivo, para no ofender a Dios.
Antes de ser ejecutado el 31 de mayo de 1567, Guido de Brès encomendó a su antigua congregación el cuidado de su esposa y sus hijos. Su matrimonio es recordado como un ejemplo de amor cristiano, fidelidad y sacrificio a causa del evangelio.
¨C a r t a d e A m o r¨
Querida esposa mía en Cristo,
Sabiendo que mi tiempo se acerca y que Dios me llama a dejar esta vida para descansar con Él, te escribo estas líneas porque no puedo hacerlo en persona.
Cuando nos casamos, aceptamos vivir juntos mientras Dios quisiera, pero también entendimos que Él podría separarnos en cualquier momento.
Hoy Él ha decidido separarnos, y yo lo acepto con paz en el corazón.
No te entristezcas demasiado por mi partida; recuerda que Dios sabe lo que hace y que ha preparado todo para nuestro bien.
Me ha dado el honor de predicar su palabra y sellarla con mi sangre, un privilegio que nunca imaginé.
En estos días en prisión, Dios me ha fortalecido y consolado como nunca antes.
Mi fe es más fuerte, mi amor por Él arde con más intensidad, y mi esperanza está segura en la recompensa que Cristo ha preparado para mí.
Te pido que cuides de nuestros hijos y los eduques en el temor de Dios, enseñándoles que nuestro verdadero consuelo no está en las cosas temporales, sino en la herencia eterna que Jesús ganó para nosotros con su muerte y resurrección.
Recuerda que esta tierra no es nuestro hogar definitivo; nuestra verdadera ciudad está en el cielo. Allí nos volveremos a reunir y nunca más nos separaremos.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté siempre contigo, con nuestros hijos y con toda la iglesia fiel.
Con amor eterno,
Tu esposo, que te ha amado con todo su corazón y que por amor a Cristo entrega su vida,
Guido de Brès
Prisión de Brunain, 12 de abril de 1567
Tome nota: En resumen, la vida matrimonial de Guido de Brès con Catalina Ramon fue profundamente marcada por la fe reformada, el amor familiar y la firmeza ante la adversidad, siendo testimonio y modelo para muchos hasta hoy.